6.02.2006

Voto útil: voto de desesperación

¿Se podría decir que el voto útil es el voto de la desesperación? Digo que sí enfáticamente. Creo que es un voto de desesperación ante un escenario dentro del cual ninguna opción parece buena. Es la máxima expresión del egoísmo y canibalismo nacional. La explicación más visceral detrás del voto útil esta el siguiente razonamiento: si no gano yo, que tampoco gane mi enemigo. Esta decisión no fue del todo fructífera en el sexenio pasado; lo que quiero decir es que a pesar de voto útil la ciudadanía puede salir perdiendo.

Además, el voto útil es valido cuando estas escogiendo entre opciones diferentes, pero lo que hemos visto en estos últimos meses es que los políticos no distinguen colores; lo único que buscan es seguir viviendo del erario público. Están enquistados en el sistema; evitan que una nueva clase política llegue al poder, y esto genera un gran descontento social.

Lo que hemos visto es que los tres partidos están hechos por la misma clase de hombres. Ante esta realidad uno se pregunta si los partidos que deberían de representar una alternativa lo son en verdad. Es una pregunta muy valida ya que los partidos están conformados por personas. Entonces, en México ante esta situación de “juego de las sillas” uno tiene que dejar de juzgar ideologías y partidos y termina juzgando personas. Y el resultado no puede ser muy favorable para ninguno de los tres; gente del PRI en el PAN (zedillistas), gente del PRD en el PAN (Sodi), gente del PRI en el PRD (Camacho, Ebrard).

Es triste pero las etiquetas y los partidos no están logrando su función de reducir costos de información al representar una ideología. Ante la falla de estas instituciones tan necesarias para la democracia, uno termina juzgando personas y complicando el análisis.

Desde un punto de vista racional puede ser correcto el voto útil; habría que analizar el orden de preferencias de cada votante. Quien vote de esta manera puede justificarse y decir: con ese proyecto el país se iba ir al carajo. Bueno; suena bien, sin embargo esta emitiendo un juicio ex ante de lo que iba a pasar. Esta diciendo que él sabe que es lo bueno y lo malo para el país. Algo soberbio, pero hay muchos así. Se puede hacer el mismo contra argumteno, porqué votas por un candidato o proyecto: porque creo que es el mejor proyecto para el país. Ahora, algo mesquino pero más humilde es decir; no es lo mejor para el país pero es lo mejor para mí. Pero esto nos lleva a otro problema; cómo debe de pensar un ciudadano libre: debe de pensar en la mejor opción para la comunidad – esto es debe pensar en el bien común- o debe de pensar en la mejor opción para él.

Lo ideal como decía Rousseau es que la mejor opción del individuo, sea la mejor opción para el grupo. Que lo mejor para la comunidad sea lo mejor para el individuo y viceversa. Esto nos lleva a caer en la famosa y peligrosa volonté general del famoso ginebrino. Digo peligrosa porque es una ilusión, una de las grandes aportaciones de la ciencia política y de la economía política del siglo XX fue demostrar que no había un sistema ideal para agregar presencias que dejara a todos contentos.

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