1.25.2007

Porfiriato y Presidencialismo


Presidencialismo y Porfiriato, ¿sinónimos para un mismo ejercicio de poder?
CIDE
Alumno: Roberto Gerhard Tuma
Introducción

Con este ensayo pretendo realizar un análisis comparativo entre el Porfiriato y el presidencialismo priísta (considerando solamente los años comprendidos entre 1940 y 1970). Principalmente me interesa comparar el orden político. Escogí el periodo del 40-70 porque dura más o menos el mismo tiempo que el Porfiriato y además porque es a partir de Avila Camacho cuando el presidencialismo empieza a funcionar plenamente.

El trabajo se realizó con el fin de demostrar que el PRI y el presidencialismo, comprendiéndolos como resultados de la Revolución Mexicana, en verdad no aportaron cambios de facto en el ejercicio del poder. Este ensayo se compone de análisis hechos al Porfiriato al igual que al Presidensialismo como regímenes políticos.

El Porfiriato:

Se conoce como Porfiriato al periodo que corre desde 1876 hasta 1911 gracias a que fue dominado por la figura de Porfirio Díaz, pero no desde el primer día. Esta figura se formó en los primeros diez años y fue hasta 1888 que alcanzó su pleno potencial. (Cosío Villegas, 1985, p.131).
Es necesario aclarar que durante el periodo de 1876 a 1911 Díaz no tuvo el poder todo el tiempo sino que en el periodo de 1880-84 fue Manuel Gonzáles quien ocupó el puesto de presidente.
La consolidación de la dictadura estuvo muy relacionada a dos procesos: alcanzar la estabilidad interna (Paz Porfirica) y la emergencia de un Estado Mexicano con suficiente poder y efectividad. Estos desarrollos, a su vez, están íntimamente ligados al desarrollo económico del país.
El Porfiriato comenzó cuando la generación tuxtepecadora[1] tomó el control del país por medio de las armas. Al llegar Porfirio Díaz al poder enfrentó varios problemas, un país inestable, pobre, asolado por bandidos y con poco crédito a nivel internacional. Cuando empieza su primera administración, esta no representa un gran cambio con respecto a las anteriores, simplemente parecía ser un régimen más orientado hacia lo militar porque destinaba una mayor parte del presupuesto a esta materia.

Díaz sabía que en un país tan propenso a la violencia sería muy fácil para cualquier militar levantarse en armas contra él; para evitar esto, asignó líderes militares que no tuvieran ninguna raíz en la zona que cuidaban. Además le dio nueva importancia al jefe político, esta figura, era más leal hacia el gobierno central que hacia el gobernador se encargó de controlar la policía local, las fuerzas auxiliares y nombrar a los oficiales municipales entre otras funciones. De tal manera que limitaba el control militar o le ponía un contrapeso.

También estaba consciente de que no era suficiente fundar su confianza exclusivamente en el ejercito por lo tanto también buscó ganar la aprobación de las clases alta y media. El control de la clase alta lo ganó con la vieja política de “divide y vencerás”. Lo que hacía es que quitaba a los caciques locales que no le convenían y ponía en su lugar gente que apoyara su causa, lo anterior no era nada novedoso. Pero lo que en verdad ayudó a que los viejos caciques no intentaran rebelarse y se pudiera alcanzar la paz (y aumentaran los ingresos del Estado) fue que se les quitaban libertades políticas pero les otorgaba todo tipo de libertades económicas, en especial les vendían grandes cantidades de tierra a precios muy bajos. Esta situación favoreció a todos pues el gobierno obtuvo estabilidad y también de una manera bastante modesta aumentó sus ingresos, los caciques obtuvieron grandes propiedades de tierra, que usaron para enriquecerse empleando a gente para trabajarla; a estos últimos también les convenía (siempre y cuando la tierra no se las hubieran quitado) pues empezaban a participar (tímidamente) en el crecimiento económico del país.

Para ganarse a la clase media, dado que no tenía recursos suficientes para comprarlos, hizo efectivas sus libertades políticas. En especial la de no reelección para presidentes municipales y gobernadores, esto facilitó el acceso a la política para personas que antes no habían podido entrar en ella. En cuanto a otras libertades políticas, se podría mencionar una cierta “libertad” de prensa al inicio de su régimen pero conforme avanzó el tiempo se volvió muy limitada y sólo se permitió siempre y cuando no fuera de oposición.

Finalmente, un punto más que le ayudó a alcanzar la estabilidad fue la atracción de inversionistas extranjeros quienes a su lado trajeron desarrollos tecnológicos como el tren y el telégrafo. Ambas invocaciones fueron herramientas que usó Díaz para un mejor control del país. Por ejemplo, el tren sirvió a Díaz para trasladar su ejercito en poco tiempo de un lado a otro, de tal manera que cualquier levantamiento era rápidamente controlado. Estos inversionistas no sólo trajeron el tren sino también fueron los propietarios de la mayoría de las industrias que se crearon. Siendo así la principal fuente de recursos del gobierno porque casi todos los ingresos provenían de impuestos pagados por estas empresas, también de impuestos sobre bienes importados y metales precioso.

Además, fue lo suficientemente listo como para procurarse más de un socio comercial a nivel internacional, de tal manera que los países europeos actuaron de contrapeso a la inversión norteamericana. Esto nos permite ver que:

"A partir de 1877 la consigna pública será: antes que nada, pacificación y orden; en seguida, progreso económico, y por último libertades políticas siempre y cuando fueran compatibles con las ideas de disciplina y desarrollo." (Cosío Villegas, 1986, tomo dos, 934)

Para 1888, Díaz ya tenía un control político total de todo el país, el Congreso se convirtió en una institución de papel en la cual todos los miembros debían ser aprobados por Díaz para poder ser “electos” o “reelectos” en su cargo público[2], al igual que los gobernadores. Esto facilitó el camino para que Díaz pudiera realizar cualquier cambio a la Constitución que le fueran conveniente y así “pudo satisfacer los deseos de la población y se reeligió en 1888,1892,1898,1904 y 1910” (Bethell, 1986-1990, V,35).

Otro rasgo de su gobierno que es importante resaltar fue que no permitió la existencia de partidos políticos (sino hasta el final lo cual fue una de las causas de su dabacle). Siempre prefirió mantener el método que le había rendido frutos durante su carrera de contrapuntear las diferentes camarillas de la elite en México entre sí.

El PRI y el Presidencialismo:

Para llenar el vacío dejado por la muerte del caudillo[3], Calles propuso en su último informe presidencial “pasar de una vez por todas, de la condición histórica de ‘país de un hombre’ a la de ‘nación de instituciones y leyes’ ”. El lugar del “hombre indispensable” debía ocuparlo una institución moderna: un gran partido que aglutinara a “revolucionarios del país” y diera continuidad al grupo y a su obra. El 1° de diciembre de 1928 Calles y un puñado de allegados lanzaron al país el manifiesto proponiendo la creación del Partido Nacional Revolucionario (PNR), organismo que debería ser de ahí en adelante el disciplinado lugar donde la “familia revolucionaria” dirimiera sus diferencias y seleccionara a sus candidatos. (Aguilar Camín, 1989, 110)
Como se puede ver en la cita, el PNR se fundó oficialmente en 1929 con el propósito principal de alcanzar la alternancia pacífica para el puesto de presidente. Se podría decir que el partido vivió dos momentos, antes de 1940 y después, que es cuando el partido funcionó como un medio que facilitó la gobernabilidad del país al presidente.

El periodo que corre de 1928-1935 es conocido como el maximato[4]. Fue un momento en el que los presidentes fueron meras figuras decorativas que hacían lo que ordenaba el jefe informal del partido, el expresidente Calles. Esto no quiere decir que los presidentes no fueran autónomos (llegaron a tener varias diferencias)[5] pero dado que, quien controlaba al partido controlaba al congreso, en verdad estaban atados de manos. Esta situación se mantuvo hasta que llegó a la presidencia el general Lázaro Cárdenas (1934).

Cuando Calles propuso a Cárdenas como candidato pensó que tendría en él a otra persona más que podría controlar, inclusive mejor que antes, gracias a la creación de los planes sexenales, los cuales fueron ideados por Calles pero emanaron del partido para prefijar la política que debería seguir el candidato al ganar la elección. Esta no fue la situación, cuando Cárdenas llegó al poder se enfrentó ante un congreso dividido entre callistas (la mayoría) y cardenistas, donde poco a poco supo ganarse al ala opositora. Para 1936 pudo expulsar a Calles del país quedando él como presidente de la república y cabeza del partido, de tal manera que “toda posibilidad de divergencia entre partido y gobierno desapareció para dar paso a la subordinación del primero” (Cosio Villegas, 1986, 1197), de esta manera Cárdenas cimentó las raíces del presidencialismo.

El partido fue una herramienta muy útil porque todos los antiguos generales que sobrevivieron a la Revolución se dieron cuenta de que ya no se podía llegar al poder por las armas[6], la única manera de obtener algún hueso en la política era pertenecer al partido.
Otra de las razones por las que funcionó tan bien el partido fue que cuando en 1933 se vuelve a prohibir la reelección[7], para legisladores y ejecutivo, el partido se transformó en el medio para repartir plazas públicas y que ningún miembro del partido se quedara fuera. En 1938 el presidente Lázaro Cárdenas realizó una convención en Querétaro donde se cambió el nombre del partido oficial a Partido de la Revolución Mexicana[8].

"...(Él) requería de un instituto político más eficaz, que superara las divisiones y enfrentamientos entre grupos locales y regionales, al final de cuentas, la alianza que se había propuesto el PNR no garantizaba la unión requerida. Así que el nuevo partido dejó al margen sus alianzas anteriores, se integró por sectores y se organizó con un comité central, apuntalado en todo el país por consejos regionales. Los sectores fueron el campesino, el obrero, el popular y –aquí la novedad- el militar[9]." (Mendoza Berrueto, 1996,212).

Como dice Mendoza Berrueto, con estos cambios que se le hicieron al partido, se alcanzó control total sobre todos los puestos de elección popular y se empezó a aplicar un principio de “democracia funcional” esto es que se le daban candidaturas a cada sector dependiendo del peso político que tuviera en dicha zona.

Es irónico ver que la transición del siglo XIX (el cual se caracterizó por el control de caudillos) al siglo XX (que se caracterizó por el imperio de las instituciones) no se haya podido dar sino gracias a la presencia de dos claros caudillos del siglo XIX que son Calles y Cárdenas.
Según Weldon son cuatro las características que tomó el presidencialismo desde que terminó Cárdenas su periodo:

A) Sistema presidencial estipulado en la constitución: Este es un punto que no se puede debatir, es claro que dentro de la constitución la figura del ejecutivo es muy poderosa en vista de todas las facultades que tiene como poder de veto, veto de bolsillo, iniciativa de ley, proponer el presupuesto de cada año, llevar a cabo las relaciones internacionales y la política económica exterior, llamar al congreso a sesiones extraordinarias, tiene facultades extraordinarias para legislar en situaciones críticas, nombrar a los miembros del gabinete, al procurador general de justicia e inclusive hasta hace poco podía nombrar al regente de la Ciudad de México. Nombra a los jueces de la suprema corte de justicia y los ratifica el Senado, de tal manera que todos los puestos anteriormente mencionados se volvían dependientes del ejecutivo.

B) Un gobierno unificado donde el partido hegemónico controle la presidencia y ambas cámaras: Desde su fundación en 1929 el PRI ha ganado todas las elecciones para presidente y ha tenido control casi absoluto en el Congreso, como ejemplo se puede ver que durante 1946-1961 tuvieron un control de 90% de los escaños en el Congreso. Además de que han controlado el ejecutivo y el Congreso en verdad ha existido una unidad de partido, todas las propuestas del presidente son aceptadas salvo en algunas veces que sufren ligeras modificaciones.

C) Un partido hegemónico disciplinado: Para el caso de México hubo dos características que aseguraron la disciplina partidaria. La primera es que existió un liderazgo de partido centralizado. La segunda es que los legisladores no tenían incentivos para velar por los intereses de sus electores. Esto resulta irónico porque la que fuera tomada como medida para evitar que la gente se perpetuara en su puesto (no reelección), sirvió para que los diputados y senadores no buscaran complacer a los votantes sino complacer al presidente quien era la persona que les podía asegurar un lugar en la escena política.

D) Un presidente que sea reconocido como el líder informal del partido: Este es una de las características más importantes porque puede haber disciplina al interior del partido y además que sea centralizado pero si no se reconoce al presidente como jefe natural del partido no se puede hablar de presidencialismo. Un ejemplo claro de esta situación la podemos ver con Calles y el maximato, existía un partido disciplinado y centralizado pero que no veía al presidente como su líder natural, lo cual inclusive minaba su poder.

Todas las características anteriores otorgan al presidente una serie de poderes metaconstitucionales. Sin embargo, sus poderes metaconstitucionales provienen de ser el líder de facto del PRI. El partido le delega sus poderes y él puede usarlos en lo que parece ser una práctica autoritaria de poder. La mayoría de estos poderes se pueden explicar gracias a la relación entre el presidente y su partido... El presidente como cabeza del partido puede influir sobre las nominaciones del PRI para gobernadores. Esto obviamente aumenta los poderes de la federación sobre los estados. (Weldon, 1997, 253).

Desde 1940 el país contó con cinco presidentes[10] cada uno cumpliendo un periodo de 6 años. Durante estos treinta años se dejó de lado la intención de llevar a cabo una política económica de tipo socialista (que tuvo su mayor momento con Cárdenas) por una de corte más capitalista. Este cambio fue presentado a la gente como capitalismo mixto el cual olvidaba la retórica de la lucha de clases y tomaba el discurso de que una colaboración entre las clases sería más benéfico para todos.

A partir de este momento el país vivió una época de crecimiento continuo muy esperanzador. Este crecimiento tuvo varias razones, las razones internacionales fueron la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea, ambas fueron importantes y benéficas para México en el sentido de que fungió como proveedor de alimentos y materia prima de los países que estaban en guerra. Otro factor que le ayudó fueron las remesas que empezaron a mandar los trabajadores mexicanos que se iban a E.U. en busca de mejores sueldos. En el ámbito interior el crecimiento económico se puede explicar gracias al aumento en la inversión para infraestructura que hizo el Estado (carreteras, teléfonos, aviones). Estas inversiones beneficiaron a muchas empresas privadas y también fueron una fuente constante de empleo para la nación mexicana.
Durante este periodo debemos recalcar dos situaciones que van de la mano, el crecimiento de las dimensiones del Estado y el control que se tuvo sobre la inversión extranjera (el cual se puede explicar parcialmente con el nacionalismo que se vivía en la época). Estas condiciones van juntas porque un decreto presidencial en 1944 daba facultades al gobierno de exigir a cualquier empresa que quisiera operar en México tener un 51% de participación nacional en sus acciones. Esto intentaba mantener un predominio del capital nacional sobre el crecimiento del país con tres políticas: limitar la entrada de capital extranjero para ciertas áreas estratégicas, fomentar la creación de empresas mixtas (en vez de empresas puramente extranjeras) y estimular la adquisición de productos industriales. Esto explica el control del capital extranjero pero el crecimiento del Estado se debe a que en muchas ocasiones era él quien compraba el 51% de la empresa de tal forma que con el transcurso de los años llegó a tener más 400 empresas en su poder incluyendo las once empresas más grandes, por ejemplo Pemex.

"El nuevo grupo dirigente decidió usar al máximo las capacidades empresariales del Estado para consolidar su poder; se crearon entonces intereses muy importantes dentro del gobierno cuya supervivencia y desarrollo dependió de que se mantuviera la intervención estatal directa en los procesos productivos a pesar del dinamismo posterior de la empresa privada." (Cosio Villegas, 1986, tomo dos, 1293)

La administración honesta de estas empresas dejó mucho que desear y a partir de 1940 la concentración del poder económico fue un hecho innegable, para 1970 más o menos una docena de grupos eran los que dominaban las actividades financiera e industrial. Con todo lo anterior se podría decir que existieron cuatro políticas que siguió el partido durante estos treinta años, o al menso declaró seguir. La primera fue la estabilidad política, la segunda un desarrollo económico, la tercera un nacionalismo y finalmente una justicia social

Conclusiones:

Presentaré las conclusiones en dos partes las semejanzas y las diferencias, compuestas las dos de características buenas y malas.

Semejanzas:
1) Podemos ver que ambos fueron regímenes que llegaron al poder y se afianzaron en él después de largos periodos de violencia.
2) En los dos, la estabilidad política que trajeron al país fue el factor principal para echar a andar la economía y poder tener un crecimiento más o menos constante. Lo cual me permite concluir que la estabilidad política es un factor indispensable para que exista el crecimiento económico pero el que haya estabilidad política no es sinónimo de crecimiento económico, un ejemplo de esta situación sería la década de los ochenta en México donde había estabilidad política pero el crecimiento económico no se dió.
3) Vemos que se tiene en muy alta estima las constituciones pero en ninguno de los periodos se les respeta cabalmente. “Se la amaba como símbolo, pero como ley era desconocida por todos.” (Silva-Herzog Márquez, 1999, 37)
4) En ambos casos el presidente decide quiénes serán los gobernadores y legisladores. Si en algún momento alguno de ellos contrariaba al presidente en la mayoría de los casos perdían el puesto.
5) Tanto en la época de Porfirio como en el priísmo se puede ver como el presidente prefiere controlar con incentivos antes que con represión, lo cual nos lleva a la corrupción que si bien no fue tan descarada en el priísmo estuvo latente.
6) Ambos regímenes comienzan siendo relativamente incluyentes y liberales y poco a poco se vuelven más opresivos y herméticos. En el caso de Porfirio lo vemos con la libertad política que otorga a la clase media y la prensa; y como al final se reprimía cualquier prensa de oposición. Igualmente en el priísmo se podría decir que empezó habiendo una prensa relativamente crítica y conforme pasó el tiempo se fue reprimiendo esta crítica a través del monopolio del papel que tenía el Estado.
7) Centralismo político, con este punto me refiero a que en los dos periodos las decisiones nacionales eran tomadas por el presidente. Hay dos puntos que no se pueden obviar en esta semejanza. El primero es que ninguno de los dos tenía completa libertad política porque había grupos de poder que ejercían presión y se tenían que considerar las posturas de estos grupos a la hora de tomar cualquier decisión, así como se les puede llamar hacendados e iglesia también se les puede llamar sindicatos y empresarios. El segundo, es que a pesar de estas limitaciones el poder de la decisión seguía en manos de una persona y esta persona seguía siendo la cúspide de las oligarquías.

Diferencias :

1) En el caso de Porfirio, sólo el se sentó en la silla mientras que en el presidencialismo hubieron cinco presidentes distintos. Lo cual nos lleva a que se cambió del gobierno de una persona al de una institución, en este caso el partido, cuyo máximo representante resultó ser el presidente.
2) Instituciones como el ejercito y la iglesia pasan a segundo plano en la escena política (más nunca desaparecen del todo) y el primer puesto lo toman instituciones como el partido y los sindicatos.
3) El periodo de Porfirio aceptó y fomentó la inversión extranjera sin proteger mucho al inversionista mexicano, mientras que en el priísmo, fue momento de un nacionalismo férreo que fue muy estricto respecto a la inversión extranjera. Se podría decir que en un periodo se permitió que fuera la inversión extranjera la que impulsara el crecimiento económico del país mientras que en el otro fueron el Estado y la inversión de nacionales (pero privados) los que impulsaron este crecimiento.

Finalmente, a través de este trabajo me parece que es más sencillo encontrar semejanzas que diferencias entre ambos regímenes, lo cual no quiere decir que sean lo mismo. Con este trabajo me parece que sí se puede sustentar la hipótesis de que los cambios que sufrió el gobierno a través de la revolución fueron mucho más superficiales que de fondo. Como dice J. Silva-Herzog con el presidencialismo se cayó en un corporativismo[11] que abarcó a toda la sociedad mexicana (empresarios, trabajadores, campesinos, etc). Este corporativismo inclusivo se puede ver “como heredera del estilo porfiriano de gobernar: el estado y su cúspide, el presidente, se convierte en el punto donde convergen todos los hilos de la república. El tejido corporativo de la alianzas es la modernización del edificio porfiriano, es decir, de la política basada en la amistad.” (Silva-Herzog Márquez, 1999,33)

Me parece que esta cita es muy clara y que se podría hacer una analogía con un coche en base a esta cita. Si tiene un coche viejo, y lo pintas y le pones un motor nuevo, ¿es el mismo coche o es un coche nuevo?, pues sigue siendo el mismo coche aunque cambie su apariencia.
La conclusión a la que llegué me hace preguntarme por las verdaderas intenciones de aquellos hombres que realizaron la revolución y de quienes la terminaron, ¿buscaban un cambio o buscaban ecumbrarse en el poder?, ¿buscaron el bien común o el beneficio presonal?
Es muy importante recalcar que con este ensayo sólo estudié el ejercicio del poder, no pretendo decir que fueron lo mismo en todos los sentidos como sociales, económicos, culturales ni tecnológicos. Mi ensayó me llevó a que si bien no son exactamente iguales, las diferencias son sutiles y bien se podría decir que uno es el hijo del otro.

Bibliografía:

· Aguilar Camín, Hector y Lorenzo Meyer. A la sombra de la Revolución Mexicana. (México: Cal y Arena, 1989.)
· Bethell, Leslie (ed.).The Cambridge History of Latin America. (Cambridge: Cambridge University Press, vols. V y VII, 1986-1990.)
· Cosío Villegas, Daniel (comp.). Historia General de México. (México: El Colegio de México, tomo dos, 1986.)
· Cosío Villegas, Daniel. A Compact History of Mexico. (México: El Colegio de México, 1985.)
· Mendoza Berrueto, Elíseo. El presidencialismo mexicano: génesis de un sistema imperfecto. (México: FCE, 1996)
· Silva-Herzog Márquez, Jesús. El antiguo régimen y la transición en México. (México: Planeta,1999.)
· Weldon, Jeffery, Presidentialism and Democracy in Latin America. (Cambridge: Cambridge University Press, 1997.)
Notas:
[1] Se le conoce como Tuxtepecadora debido al Plan de Tuxtepec el cual proclamaba 5 cosas: no reelección de presidente de la república y gobernadores de los estados, desconocía el gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada por varias razones (abuso de autoridad, despilfarrador, injusto, etc), sólo se iba a reconocer a aquellos gobernadores que adoptaran el plan; comicios para los poderes supremos de la nación a dos meses de ocupado el poder y finalmente entrega provisional del poder ejecutivo al presidente de la Suprema Corte de Justicia.
[2] Es importante aclarar que la reelección no consecutiva se volvió legal durante el gobierno de Manuel Gonzáles, se aprobó la reelección consecutiva en el segundo periodo de Díaz y finalmente se extendió el periodo presidencial de cuatro a seis años en 1892.
[3] Con la muerte del caudillo, Calles se refiere al asesinato del presidente reelecto Alvaro Obregón, quien dominó la escena política del país desde que quita a Carranza del poder hasta que muere.
[4] El general Calles se llamaba a sí mismo el “jefe máximo de la revolución” y dado que el fue quien gobernó el país a través de los presidentes, es por eso que se conoce así a este periodo.
[5] El presidente electo Pascual Ortíz Rubio renunció después de que se dio cuenta de que se hacía la voluntad de Calles y el no tenía ninguna injerencia en las decisiones nacionales.
[6] De hecho el último levantamiento armado que fue exitoso en el país fue el de Obregón cuando derrocó a Carranza
[7]Se vuelve a prohibir porque durante el gobierno de Calles, Obregón controlaba el congreso y logra que se permita la reelección en periodos no consecutivos. Después del asesinato de Obregón se retoma la prohibición, para los legisladores reelección inmediata y para el ejecutivo para siempre.
[8] En 1946 el PRM dejó de existir para convertirse en PRI. Este cambio no modificó su estructura básica pero si abandonó la meta del 38 de crear una democracia para los trabajadores.
[9] El sector militar fue incluido para poder ganar control sobre el ejercito pero en la medida que una sublevación de su parte se hizo menos factible este sector se descompuso para integrar a sus elementos como individuos en el sector popular.
[10] Los presidentes de dicho periodo fueron: Manuel Ávila Camacho (1940-46, fue el último presidente salido del ejercito), Miguel Alemán (1946-52), Adolfo Ruiz Cortines (1952-58), Adolfo Lopez Mateos (1958-64) y finalmente Gustavo Díaz Ordaz (1964-70).
[11] Corporativismo: Tomado de la definición de Phillippe Schmitter, es un sistema de representación de intereses compuesto de bloques rígidos que ostentan el monopolio de la voluntad de alguna categoría social.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

hola lo podrias bajar temporalmente por una semana es que me lo piratie para un trabajo esta excelente gracias por favor para que no lo vyaa a checar el profe porque le doy el porfiariato y el presidencialismo y luego me manda a este link je gracias y pues asi checaria mi profe que te lo pirarie gracias

Anónimo dijo...

gracias tu trabajo esta exelente
y pues te lo voy a piratiar por k yo no he hecho nada y ya es para sa semana y pues tenga mas trabajos y no creo k me tiempo ra serlo atte jaky
jejeje
adios

Anónimo dijo...

la neta esta muy bien tu trabajito y tambien melo voy apiratiar para yo entregarlo jajajajajaja.

saludos y si puedes tambien quitalo temporalmente ok?

Anónimo dijo...

oye no puesiste que edificios o monumento no me sirvio
Pero Gracias


****Victoria****


GRACIAS...