1.25.2007

Reforma eléctrica en México

Reforma Eléctrica
por Roberto Gerhard

Intro/ Historia:
El sector eléctrico surgió en México a fines del siglo XIX con el propósito de servir al sector industrial que empezaba a crecer en ese momento y a implementar el uso de energía eléctrica en sus procesos productivos. En estos rudimentarios comienzos y gracias a la tecnología del momento, el sector fue desarrollado por particulares y estos paulatinamente se consolidaron como monopolios regionales.

A partir de los años veinte y terinta, dado el aumento de demanda y dada la importancia del sector para el crecimiento de la economía, el Estado decidió entrar en este mercado con la creación de la CFE (1937) para proveer el servicio y llevarlas hasta las áreas rurales mismas que no eran rentables para proveerles el servicio desde el punto de vista de las empresas privadas.

Fue hasta 1960 que el gobierno decidió nacionalizar el sector, eliminando las concesiones a particulares, y así se volvió tarea del Edo producir, conducir, transformar, distribuir y abastecer de energía al país. Esta decisión fue adecuada para la tecnología del momento, la cual se prestaba para que se otorgará un mejor servicio y mayor alcance si sólo lo hacía una gran empresa. Hoy en día, debido al continuo avance de la tecnología, vuelve a ser más rentable que sean productores distintos los que se encarguen del servicio eléctrico, por lo tanto es necesario adecuar el sector eléctrico mexicano a la nueva tecnología.

Problemas
Actualmente, el sector eléctrico enfrenta varios problemas, entre ellos el mayor problema se puede comprender como un desequilibrio de mercado a largo plazo. Se piensa que dentro de 7 a 10 años, la demanda de energía no se podrá igualar por la oferta provocando fuertes desequilibrios en el mercado que se podrían traducir como constantes apagones. Esto se debe a que el crecimiento del sector y de su industria es financiado en su mayor parte por el gobierno. El problema es que desde los últimos veinte años el gobierno ha realizado constantes recortes del gasto, reflejándose esto en poca inversión en el sector, o bien si no es poca (porque en verdad han sido fuertes sumas de dinero) no ha sido la necesaria para mantener el crecimiento del sector, sólo lo ha mantenido.
Esto tiene dos razones que a su vez se relacionan entre sí, la poca eficiencia de las empresas del gobierno y los fuertes sindicatos de la CFE y LFC.
La poca eficiencia se debe a que estas empresas son del gobierno, y como no hay verdadero dueño (y como los accionistas son el pueblo de México, pues la propiedad del capital esta sumamente dispersa) que reciba las utilidades no hay incentivos para que los directores de la empresa apliquen normas de eficiencia pues no hay metas de desempeño; esto se presta a que los administradores usen su discrecionalidad para su propio beneficio.
Además también “ el control y vigilancia ejercido por los órganos de gobierno sobre la administración de la empresa, han sido poco efectivos. Lo anterior debido a la ausencia de incentivos apropiados de sus integrantes y a su carácter de funcionarios públicos. En dichos órganos de gobierno la toma de desiciones se dificulta, además, debido a que el administrador es nombrado por el Presidente de la República y reporta directamente a él, lo que no ocurre en las empresas privadas”. (Castañeda)
Por otra parte los sindicatos también son puntos en contra, pues tienen un gran control en las dos empresas y derechos que minan la posible eficiencia que pudieran llegar a tener las empresas. Estos derechos son altas pensiones, ascensos por antigüedad, es muy difícil despedir a alguien y además la gante está contratada para realizar una tarea y sólo puede hacer ese trabajo porque si hace algo para lo que no está contratado, la quita el trabajo a alguno de sus colegas.

¿Por qué se necesita una reforma? Y ¿Qué tipo de reforma es conveniente?
Una reforma es necesaria porque necesitan igualar la oferta a la demanda, porque se necesitan modernizar las máquinas con las que se está trabajando pues más del 40% es de más de 30 años de antigüedad.
Porque como la demanda de energía ha sido de 6% cte cada año y el crecimiento de la industria esta financiado por el gobierno y como los ingresos de este dependen del crecimiento de la economía y de sus ingresos fiscales, es claro que la eco no crece ni que aumentan sus ingresos por lo tanto la esperanza de crecimiento del sector es pobre.
Se necesita una reforma que permita la inversión privada siendo esta la única forma de poder llevar a cabo el crecimiento necesario del sector.
La propuesta de reforma que propongo es:
Dividir el mercado en regiones y que dentro de ellos compitan entre sí por la producción, misma que venderán a la empresa eléctrica del gobierno de la zona que realizará la ditribución.
Fomentar todo tipo de generación de energía reservando para el gobierno la energía nuclar para el gobierno.
El gobierno controlara y será un monopolio sobre la red de transmisión, permitiendo el libre acceso de todos a la red.
Definir de manera clara los derechos de propiedad para evitar de esa manera las externalidades negativas que puedan existir en el mercado.

Conclusiones
Llevar a cabo esta reforma es necesaria, pero será sumamente difícil dado los altos costos políticos que implica. Así el edo no se comporta como un actor racional y unificado sino se ve como una gran organización compuesta de pequeñas organizaciones cuyos intereses no siempre estan en harmonía con los del bien general sino que muchas veces estos intereses se contraponen perjudicando así a la nación.

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